La Oficina Nacional de Asuntos Indígenas de Colombia (ONIC) ha emitido una alerta sobre un desplazamiento interno que está afectando a 286 indígenas en el municipio de Cértegui, ubicado en el departamento del Chocó. Según la denuncia de la ONIC, las comunidades indígenas Paredes, Parecito y María Elvira del resguardo Pared-Parecito han sido desplazadas a causa de la presencia y actividades de los grupos armados AGC y ELN en la región.

La situación, que ha llevado al desplazamiento forzado de estas comunidades, ha dejado a más de 70 familias del pueblo Embera Eyabida buscando refugio en la cabecera municipal de Cértegui. La Federación de Asociaciones de Cabildos Indígenas del Chocó (FEDEOREWA), en conjunto con las autoridades zonales, ha emitido un comunicado dirigido a la opinión pública nacional e internacional para denunciar esta grave situación.

El desplazamiento masivo se produjo el pasado viernes 3 de mayo, como resultado de posibles enfrentamientos entre grupos armados ilegales que han entrado en la región en las últimas semanas. Ante la amenaza inminente, las autoridades de las comunidades afectadas tomaron la decisión de desplazarse hacia la cabecera municipal como medida de prevención y autoprotección.

Actualmente, las comunidades desplazadas, que habitan a unas 6 horas de distancia de Cértegui, se encuentran refugiadas en la casa comunitaria de Paredes, cercana al municipio. La cantidad de familias afectadas asciende a 76, lo que representa un total de 286 habitantes.

En su comunicado, FEDEOREWA ha solicitado a los organismos competentes que brinden la asistencia necesaria y establezcan rutas de atención humanitaria para garantizar la alimentación y la integridad física de estas comunidades desplazadas. Asimismo, han instado a la Defensoría del Pueblo y a los entes de derechos humanos nacionales e internacionales a que acompañen la situación humanitaria presente.

Además, han hecho un llamado a las autoridades locales y gubernamentales, así como al Gobierno Nacional, para que activen las rutas de atención a la población desplazada y garanticen su pronto retorno a sus territorios ancestrales. También han exigido a los grupos armados ilegales que se abstengan de hacer uso de los bienes materiales de las comunidades desplazadas y que eviten involucrar a las comunidades indígenas en sus disputas.

En este sentido, han enfatizado que esta guerra no es de las comunidades originarias y han exigido a los grupos armados ilegales que se alejen del territorio indígena y no causen más desplazamientos masivos en los resguardos y comunidades de la región. La situación continúa siendo monitoreada de cerca por las autoridades competentes y las organizaciones indígenas en búsqueda de soluciones urgentes y efectivas.

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