Tras el anuncio de paro armado del ELN, crece la preocupación en la frontera entre ambos departamentos. En Risaralda, las autoridades están alerta por lo que pueda pasar en el territorio vecino y ante la posibilidad de que lleguen personas desplazadas tras un éxodo masivo desde el Chocó, por el anuncio de paro armado del ELN.

La pasada semana, un grupo de al menos 500 indígenas bloquearon la vía que conduce al departamento el Chocó. Aunque esta situación, finalmente se solucionó, ahora las comunidades ancestrales denuncian la presencia de supuestos hombres armados en sus territorios. Líderes han advertido sobre confinamientos en al menos cinco comunidades indígenas, mientras las autoridades investigan la posible presencia de actores armados en la zona.

El coronel Miguel Ángel Herrera Villamil, comandante encargado de la Policía de Risaralda, aseguró que, si bien hay movimientos de personas en tránsito, no hay grupos armados asentados en el departamento. Las denuncias incluyen el ingreso de personas que, supuestamente, han preguntado por excombatientes, lo que ha generado temor por posibles intentos de reclutamiento.

El coronel Herrera Villamil indicó que se están adelantando reuniones con la Gobernación de Risaralda y líderes indígenas para esclarecer los hechos y definir una ruta de atención. Las autoridades hicieron nuevamente un llamado a la calma y aseguran que se mantiene vigilancia en la zona para evitar cualquier alteración del orden público.

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