La organización internacional Islamic Relief USA realizó su primera intervención en Colombia, entregando 15 toneladas de ayuda en el corregimiento de Boraudo, municipio de Lloró, en el departamento del Chocó. Esta acción benefició a más de 300 familias afectadas por las intensas lluvias y el desbordamiento del río Atrato. Las ayudas consisten en kits de aseo y alimentos, destinados a mitigar la escasez de suministros debido a la pérdida de cultivos. Además, la comunidad local colaboró en la entrega, garantizando que todos los censados recibieran el apoyo. Esta ayuda simboliza la cooperación internacional y la esperanza renovada para los habitantes de la región, que siguen luchando por mejorar sus condiciones de vida tras años de adversidades.
Transportadas en dos camiones y luego de avanzar 50 kilómetros de carretera, la organización ISLAMIC RELIEF USA, logró llegar hasta el corregimiento de Boraudo en el municipio de Lloró en el departamento del Chocó, en ese lugar más de 300 personas afectadas esperaban expectantes la llegada de las ayudas que servirán para mitigar la falta de alimentos causada por la pérdida de cultivos debido a las inundaciones que en este lugar se presentaron tras el desbordamiento del rio Atrato.
En este corregimiento de casas vencidas por el paso del tiempo y por innumerables inundaciones, con una población bastante alta de personas de la tercera edad, fueron entregadas 15 toneladas de ayudas consistentes en kit de aseo personal y kit humanitario que deberán soportar el hambre durante un mes de los beneficiarios.
Las ayudas provenientes de la comunidad Islamica que vive en los Estados Unidos, son la verdadera muestra de la cooperación internacional que se ha logrado por parte de la administración departamental que ya había hecho presencia en el lugar con unas primarias ayudas pero que realmente no mitigaban en su totalidad la falta de alimentos para la población.
Los mismos habitantes fueron los encargados de descargar los mercados y de facilitar las entregas, todo bajo un estricto orden garantizando que nadie que estuviera censado se quedara porfuera de la entrega humanitaria.
Hoy en Boraudo, la cara de sus habitantes es otra, una cara llena de esperanza de más tranquilidad y aunque saben que falta mucho aún, no pierden la esperanza de que las obras que ya se iniciaron en el nuevo asentamiento, terminen pronto para poder vivir en mejores condiciones.
El nuevo poblado ya va tomando forma, ya se ven en pie las primeras viviendas que llenan de alivio el corazón de estos lloroseños que han visto pasar varios gobiernos sin poder resolver esta problemática que año tras año tienen que padecer, como si estuvieran pagando una condena eterna.
































































