La Defensoría del Pueblo encendió las alarmas ante un fenómeno migratorio que ha tomado fuerza en el departamento del Chocó. Según la entidad, redes criminales estarían transportando a personas migrantes desde Panamá hacia diferentes municipios chocoanos, donde las abandonan sin ningún tipo de acompañamiento ni garantías.
La advertencia señala que entre 20 y 40 personas estarían llegando cada día a zonas como Bahía Solano, Juradó y el corregimiento de El Valle. Esta situación ha sobrepasado la capacidad de respuesta de estos territorios, que no cuentan con condiciones adecuadas para albergar a quienes llegan en busca de una ruta hacia otros puntos del país.
De acuerdo con los reportes, estas personas, muchas de ellas engañadas con promesas de transporte hasta Buenaventura (Valle del Cauca), terminan varadas en municipios costeros del Pacífico, sin recursos ni orientación. Entre los afectados hay menores de edad que viajan sin sus padres o sin adultos responsables, así como personas con discapacidad o que no hablan español, lo que agrava su nivel de vulnerabilidad.
La Defensoría también advierte sobre la creciente presión que este flujo migratorio ejerce sobre comunidades que ya enfrentan limitaciones estructurales. La presencia de grupos armados ilegales y la falta de control migratorio en puntos como El Valle convierten a estas personas en blanco fácil de redes de trata, explotación o reclutamiento.
Ante este panorama, la entidad pide acciones urgentes de parte del Estado para evitar que se configure una crisis humanitaria. La situación, de no ser atendida de manera articulada, podría escalar en afectaciones tanto para las personas migrantes como para las comunidades que hoy no tienen cómo responder a esta nueva realidad.