Nos hemos convertido en excelentes críticos de la sociedad, en señalar todo lo que está mal.
Pero me pregunto: ¿qué le estás aportando TÚ a la sociedad, desde los diferentes ámbitos de tu vida: personal y profesional?
Como PERSONA:
• ¿Como padre o madre, estás entregando a la sociedad hijos con valores, capaces de dar amor a su entorno?
• ¿Das suficiente amor a tus hijos para que ellos puedan dar amor a los demás?
• ¿Haces que tu hogar, tu vecindario, tu lugar de trabajo sean ambientes de respeto, empatía y amor?
• ¿Realmente haces lo necesario para que la sociedad sea mejor?
En tu vida PROFESIONAL:
• ¿Ejerces tu profesión con amor, pensando en el bien de los demás?
• ¿Piensas en cómo servir a otros, o antepones siempre tu propio bienestar?
• ¿Eres empático?
• ¿Crees que das lo mejor de ti a través de tu profesión?
Quiero compartirte esta reflexión:
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El Sembrador Generoso
Un sembrador siempre ganaba el premio al mejor maíz.
Cuando le preguntaron por qué compartía sus mejores semillas con sus vecinos, respondió:
—El viento lleva el polen de un campo a otro. Si mis vecinos cultivan maíz de mala calidad, también afectaría mi cosecha.
Para que yo tenga lo mejor, ellos también deben tener lo mejor.
Reflexión:
El bienestar propio depende del bienestar que ayudamos a construir a nuestro alrededor.
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¿Te imaginas cómo cambiaría la sociedad si aplicáramos esta enseñanza?
Antes, todos los vecinos eran como segundos padres para los niños: todos se preocupaban por la buena crianza de los demás.
Hoy, en cambio, muchas veces ignoramos a los demás, ya sea porque no queremos involucrarnos o porque tememos la reacción de los padres.
¡Hemos olvidado que un hijo bien criado no solo beneficia a su familia, sino a toda la sociedad!
Las personas que tienen la oportunidad de invertir: creemos empresas, apoyemos la economía local, demos oportunidades reales.
Dirigentes políticos: trabajen en cambiar realidades, cambien mentalidades, den opciones productivas verdaderas.
Recuerda:
SI TÚ CAMBIAS, EL MUNDO CAMBIA.