En horas de la tarde ayer domingo 26 de mayo, la tranquila de la comunidad de Bochoromá, perteneciente al municipio de Tadó, se vio abruptamente sacudida por una poderosa inundación. El desbordamiento del Río Bochoromá, consecuencia directa de las intensas lluvias que azotaron la región, sumió a esta idílica localidad en el caos y la devastación.
Afortunadamente, gracias a una rápida respuesta, muchas personas que frecuentaban el área para disfrutar de sus encantos naturales fueron alertadas a tiempo y pudieron evacuar el lugar, salvaguardando así sus vidas de cualquier peligro inminente.
Sin embargo, las aguas desbordadas no se contentaron con inundar solamente el cauce del río. Con una fuerza descomunal, se abrieron paso hacia la comunidad, provocando estragos a su paso. Viviendas en el caserío fueron afectadas, así como parte del camino que conecta con una comunidad indígena cercana. Además, las casetas ubicadas frente al balneario, orgullo de la localidad, sufrieron daños considerables, sumiendo a los residentes en una situación de incertidumbre y desolación.
Pero el desastre no termina ahí. El acueducto que abastece de agua a la población también resultó gravemente afectado. Las mangueras que lo surtían fueron arrastradas por la corriente desbocada del río, dejando a la comunidad sin acceso a uno de los recursos más vitales.
Ante esta emergencia sin precedentes, los habitantes de Bochoromá claman por ayuda.
Aguardan con ansias la llegada de una comisión de gestión del riesgo municipal y otros organismos de socorro, quienes se espera que acudan al lugar a primera hora de la mañana para evaluar los daños y coordinar las acciones necesarias para brindar apoyo y asistencia a quienes lo necesiten.
La comunidad de Bochoromá se encuentra en estado de shock, pero unida en su determinación de sobreponerse a esta tragedia y reconstruir lo que el desbordamiento del Río Bochoromá se ha llevado consigo.