El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) está bajo fuego después de reconocer graves errores que llevaron a una dramática reducción en la población afrocolombiana durante el censo de 2018. Según el informe «Lecciones aprendidas» publicado por el Dane, se evidenció una disminución alarmante del 30,8% en la población afrocolombiana, pasando de 4,3 millones en 2005 a 2,9 millones en 2018.

Estos errores no solo tuvieron consecuencias inmediatas en la asignación de recursos para la población afro, sino que también desencadenaron una movilización judicial de las comunidades afectadas en demanda de sus derechos y una correcta visibilización de su número real en el país.

La Corte Constitucional de Colombia dictaminó a favor de las comunidades afrocolombianas en agosto de 2022, destacando que el ajuste numérico no era suficiente y que era fundamental reconocer las omisiones cometidas.

Este hecho marcó un precedente significativo en el reconocimiento oficial de las diversidades del país y la necesidad de políticas inclusivas. La sentencia resaltó la importancia de ser contados de manera apropiada, instando al Dane a exponer las fallas que llevaron a la subestimación y a prepararse para evitar tales omisiones en futuros censos.

Según la directora del Dane, Piedad Urdinola, hubo una multicausalidad de los errores, incluyendo factores demográficos, autoreconocimiento, entrenamiento inadecuado de los recolectores de campo y un contexto social permeado de racismo.

La aplicación de preguntas de autoreconocimiento para identificar a los individuos afrocolombianos basados en cultura, pueblo o rasgos físicos reveló diferencias significativas en las cifras reportadas entre 2005 y 2018. Esto podría atribuirse a presiones sociales, discriminación y falta de conciencia sobre la propia herencia.

El Dane admitió deficiencias desde la planificación hasta la ejecución del censo, particularmente en la sensibilización y capacitación en temas étnico-raciales del personal encargado de la recolección de la información.

Este reconocimiento y análisis detallado establece un sólido precedente para futuros censos en Colombia, enfrentando retos similares en el reconocimiento y contabilización de sus poblaciones. La inclusión de capacitación con enfoque étnico y la revisión de metodologías censales apuntan hacia una mejora significativa en la recolección de datos demográficos, en pro de una sociedad más equitativa.

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