El municipio de Nuquí, departamento del Chocó, en el pacífico colombiano, acogió el encuentro regional Antioquia-Chocó de la Pastoral Familiar, celebrado del 19 al 20 de abril. Un espacio donde los participantes tuvieron la oportunidad de compartir sus experiencias de trabajo pastoral para fortalecer acciones evangelizadoras.
Durante la reunión, organizada por el departamento de Matrimonio y Familia del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), se hizo un proceso de evaluación del camino recorrido, para luego compartir experiencias en torno alos proyectos que se están ejecutando en las Jurisdicciones Eclesiásticas de esta región.
Como parte de este camino de sinodalidad, en la que primó la hermandad, participaron parejas de matrimonios y sacerdotes que son los responsables de la pastoral familiar en las arquidiócesis de Medellín y Santa Fe de Antioquia, así como también de las diócesis de Sonsón-Rionegro, Caldas, Apartadó e Istmina-Tadó, pertenecientes a la Provincia Eclesiástica de Antioquia-Chocó.
Continuar acompañando la pastoral familiar
El anfitrión de este encuentro fue monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, obispo de la diócesis de Istmina – Tadó, quien destacó de este espacio el aporte hecho por las parejas y sacerdotes que asistieron como responsables de la pastoral, así como el compromiso y disponibilidad para seguir trabajando en el fortalecimiento de esta pastoral. “Ellos tienen el gran desafío de continuar este necesario acompañamiento a nuestras familias, son ellos la base, el fundamento y no podemos por ningún motivo excluirlos de nuestra actividad Pastoral, antes bien hay seguir apoyando su formación”, señaló el prelado.
Prioridades para la pastoral de la familia
Entre tanto, el padre Nelson Ortiz, director del departamento Matrimonio y Familia del SPEC, iluminó su reflexión sobre la preparación de los itinerarios catecumenales para la vida matrimonial, en las etapas remota y próxima, observando que, esto con “el fin de contribuir de algún modo a mejorar la comprensión de los fieles y de la colectividad en general, en lo al sacramento del matrimonio se refiere”.
Al respecto advirtió que, se hace necesario realizar una alianza entre la pastoral familiar y juvenil para ir preparando “los corazones de los niños y los jóvenes de camino un proyecto de amor”.
El directivo compartió que este encuentro sirvió, además, para profundizar en el cuidado pastoral que la Iglesia desde el Código de Derecho Canónico, exige a toda la familia y, en especial, en esta etapa del matrimonio. También resaltó la importancia de la infancia misionera y las familias misioneras como aporte a esta pastoral y al desarrollo de la tarea evangelizadora de la Iglesia.
Su invitación al concluir el encuentro, fue a un llamado para que regresen a sus lugares de origen con una fuerza renovadora, “a repensar los catecumenados de preparación al matrimonio, fortalecer la preparación remota y a continuar con la misión en cada uno de los lugares de estos departamentos donde hacen presencia”.
